Empezar a
andar marca un antes y un después en la vida del bebé. A partir de entonces
obtendrá una mayor autonomía ya que puede moverse sólo. La mayoría de los bebés
empiezan a andar a los trece meses, aunque cada niño evoluciona de una manera
diferente. Hay que estimularle a andar, pero nunca presionarle.
A los ocho
o nueve meses el bebé comienza a gatear. De esta forma entra en contacto con su
entorno. Sin embargo hay algunos bebés que comienzan a andar sin haber gateado
nunca.
A los diez
meses gatea rápido. Y si le sujetas de pie levanta una pierna.
Con once
meses puede andar si le coges de una mano y camina sólo si empuja un carrito.
Esto favorece su desarrollo muscular y se empieza a formar el arco de la planta
del pie. Hasta los tres años el pie es plano.
A los trece
meses empieza a andar sólo y sin ayuda. Si anda sobre superficies irregulares
le ayuda a formar mejor la planta de sus pies.
Con un año
y medio controla a la perfección el anda. Puede cambiar de sentido con
facilidad y ande hacia atrás y de lado.
Con dos
años empieza a correr, pero no lo dominará del todo hasta los tres años.
A pesar de
esto cada niño se desarrolla a su ritmo, no hay que presionarle. Y hay que
vigilarles para que no haya accidentes.
Para caminar el niño debe de
erguirse, consiguiendo una nueva perspectiva del mundo. Otra condición es
mantener el equilibrio, para ello se ayuda de sus manos. Al principio el bebé anda con las piernas
separadas y los pies apuntando hacia fuera. De esta forma se balancea hacia los
lados y pierde el equilibrio fácilmente, por lo que poco a poco empieza a
estabilizarse juntando sus piernas y poniendo los pies paralelos. Sus pasos son
más cortos y se ayudan de los brazos para mantener el equilibrio. Hasta el año
y medio no dejará de caerse.
Con el tiempo consigue empujar
juguetes, agacharse a recoger algo, ponerse de puntillas, dar patadas a una
pelota, bailar, etc.
¿Cómo podemos estimular el
aprendizaje?
Al principio los bebés caminan
agarrándose a un mueble y desplazándose a lo largo de él. Una forma de estimular el anda es ayudándole
a dar pasos hacia delante. ¿Cómo podemos conseguirlo? Situándonos detrás de él
y cogiendo sus manos empujándolas con cuidado hacia delante. El niño comenzará
a dar pasos.
Si pones sus juguetes en un cajón a
su altura el niño intentará ponerse de pie para abrir el cajón.
Hay que favorecer que el niño se
ponga de pie sin apoyos. Una forma de conseguirlo es agachándonos un poco
ofreciéndole un juguete de forma que sólo podrá cogerlo si se pone de pie.
Cerca nuestro habrá una caja de veinte centímetros de altura. El niño gateará
hasta la caja y se pondrá de pie apoyando las rodillas en la caja para coger el
juguete.
¿Cómo proteger los pies?
Hay que lavarlos y secarlos
adecuadamente para prevenir infecciones.
Las uñas de los pies de deben cortar
de forma recta y cada poco tiempo para que no creen puntos de presión.
Los calcetines tienes que estar
ajustados para que no se creen ampollas y callos.
Los zapatos deben ajustarse al pie y
no quedar sueltos ni muy apretados.
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