EL RETRASO EN EL HABLA
Hay niños que tardan más en hablar que otros. Hay que
observar al bebé y ver cómo utiliza la voz para relacionarse con su entorno. Debería
ser receptivo al sonido y empezar a reconocer nombre de objetos que suele
utilizar antes de cumplir el año. No es normal que observe atentamente a su
entorno pero no reaccione ante el sonido, podría presentar deficiencias
auditivas.
Cuando el bebé tiene entre un año es preocupante que
no haga ningún gesto como despedirse con la mano o señalar. Tampoco es bueno
que prefiera comunicarse con gestos en vez de hablando o que le sea difícil imitar
sonidos.
Si el bebé tiene más de dos años y sólo imita lo que
dice o hace la gente sin actuar espontáneamente, sólo habla para comunicar sus
necesidades, no puede seguir instrucciones simples, su voz suena nasal o áspera
provocando que su pronunciación sea rara o no se le entiende habitualmente
debería ser evaluado por un profesional.
¿Qué provoca que un niño tarde más tiempo en hablar?
Hay muchísimos causas que influyen en el retraso del
habla. Puede que tenga problemas en la lengua, el paladar o el frenillo. También
puede estar relacionado por causas motores. Es decir, las áreas cerebrales
responsables de la producción del habla pueden estar dañadas o menos
desarrolladas. Lo podemos ver si tiene dificultades para utilizar y coordinar
la lengua, los labios y la mandíbula para hablar.
Si el niño tiene problemas auditivos lo más normal es
que se produzca un retraso en el habla además de que tenga problemas para
entender e imitar.
La función del logoterapeuta:
El logoterapeuta observará al niño y le realizará una
serie de pruebas para ver si ha alcanzado los objetivos en el desarrollo del
habla. Además estudiará lo que entiende el niño, qué es lo que puede decir, si
intenta comunicarse de otras formas, el desarrollo de los sonidos y claridad
del habla y su estado motor.
De este modo el logoterapeuta determinará si el niño
necesita logoterapia o no y cómo puede ayudarle en casa a mejorar.
La función de los padres:
El desarrollo del habla
depende principalmente de dos factores: de la herencia genética y de los
estímulos que recibe.
Hay que hablar mucho con él y
fomentar la imitación de sonidos y gestos. Hay que tener mucha paciencia porque
muchas veces puedes pasarte el día hablando sin parar explicándole todo lo que
haces o nombrándole objetos. También es bueno leer al bebé desde que tan sólo
tenga seis meses. Siempre buscando los libros adecuados para la edad del niño,
enseñándole los dibujos y gesticulando.
Reconocer los problemas con
tiempo es lo mejor para ayudar al retraso del habla ya que así se pueden
ponerles terapias.
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